Somos pibes y pibas. Adolescentes de distintos barrios y de distintos
lugares. Somos estudiantes del Centro
Educativo “Isauro Arancibia”.
Venimos a la escuela a terminar la primaria, a estudiar y a aprender –mucho
más de lo que sabemos. Elegimos esta escuela porque acá no discriminan a nadie,
te escuchan y ayudan mucho. Hay confianza. Acá somos todos iguales, ninguno es más que otro.
¿Qué nos une? La amistad y el aprender juntos. También
el amor. Nosotros no pudimos terminar la primaria de chicos porque muchos y
muchas trabajábamos y no podíamos cumplir con lo que pedía la escuela.
Venir a la escuela nos cambia la vida porque tenemos más posibilidades y nos imaginamos un buen futuro.
Venir a la escuela nos cambia la vida porque tenemos más posibilidades y nos imaginamos un buen futuro.
Cuando terminemos la primaria esperamos conseguir un buen trabajo, tener un
buen futuro para nosotras/os y nuestra familia.
Desde hace 2 años venimos luchando por un edificio propio. Estamos en un
lugar prestado y cada vez nos sacan más cosas, no tenemos baños ni comedor.
Almorzamos en un pasillo. Tampoco tenemos lugar para hacer los talleres de
oficio.
Necesitamos otro edificio porque
hace 11 años que estamos dando vueltas y estaría bueno tener un lugar fijo que sea
nuestro. Necesitamos un espacio público para nosotros, no un lugar del que nos
puedan sacar. Necesitamos un edificio firme y que sólo sea para la escuela.
Este año, el 5º de “La realidad sin
chamuyo” nos gustó mucho pegar, cortar, pensar y trabajar para que ésta sea
una revista para la gente.
Esperamos que cuando la leas te guste, que puedas entender la situación en
la que estamos muchos, que te impresiones y emociones con las cosas que pusimos
y que pudimos lograr. Que puedas pensar que no todos somos iguales y que cuando veas a un chico limpiando vidrios
o haciendo malabares sepas que somos nosotros.
¡Gracias por leer la
revista!
Y si querés acercate a conocer la escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario