Este año la editorial no fue escrita por los pibes y pibas
del Isauro.
Se hizo muy difícil llevar adelante el taller de revista,
cuando desde el comienzo del año, convivimos con la incertidumbre de no saber
si este Centro Educativo (dependiente del Area de adultos y adolescentes del
Gobierno de la Ciudad)
seguirá funcionando como lo hace desde hace 10 años, producto de la
construcción conjunta entre la realidad de los pibes y la tarea pedagógica de
los maestros, conformándose en el único centro educativo para pibes en
situación de calle de jornada extendida (con talleres de artes y oficios) con
un equipo técnico que trabaja en la articulación con las áreas de salud,
trabajo y vivienda.
El reglamento que rige a los centros educativos no es lo
suficientemente amplio como para contemplar este proyecto, por consecuencia,
desde mitad de año estamos a la espera de la firma de la normativa creada para
legitimar este trabajo.
En nuestro taller el objetivo principal, acorde al proyecto
del Centro, es construir herramientas para que ellos y ellas puedan pensarse y
entenderse como parte de una realidad más amplia, injusta, que los vulnera y
culpabiliza. Cuando se apropian de la idea de que en esa realidad no están
parados porque quieren o sólo porque les toca, comienzan a poder proyectar
futuros diferentes y mejores.
Qué contradictorio es poder enseñar a pensar un mañana
distinto si no sabemos si el año que viene este proyecto sigue en pie ante esta
falta de de-cisión política.
Nosotras y ustedes, los que con tanta dedicación hicieron
esta revista, sabemos lo mucho que trabajamos en ella así que vamos a compartir
el paso a paso de nuestra “Realidad sin chamuyo”.
En este último número, el tercero, empezamos a reparar en
nuestra relación con el otro, con los que nos rodean, con los que tenemos una
relación de iguales o no, con nuestras familias, amigos, parejas, con el
barrio... con la sociedad.
La elección de los temas tratados surge a partir de debates
sobre inquietudes e intereses de todos y todas que queremos compartir. Formamos
grupos de trabajo en los que desarrollamos de manera colectiva lo que queremos
decir y cómo lo vamos a hacer. Reflexionamos, nos paramos en distintos lugares
buscando diferentes puntos de vista y así de a poco empezamos a entrever porqué
suceden algunas cosas. Luego planteamos propuestas o simplemente dejamos
preguntas para pensar. Una vez que sentimos que ya dimos todo lo que podíamos
respecto al tema y estamos todos satisfechos, buscamos con qué imágenes acompañar los textos o si
sólo van a ser fotos, dibujos o historietas los que cuenten la historia.
Después, tijera y platicola en mano, diseñamos la sección. Para ello primero
analizamos otras revistas, imágenes que vemos en la calle, afiches, etc. Ahí
vemos la importancia de los colores o de su ausencia, la tipografía y otros
elementos que hacen que cada página invite al lector a recorrerla.
Esperamos que les guste
Evan, Victoria y Martina,
Las coordinadoras del taller de revista.
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