¿Se preguntaron alguna vez por qué
nuestro Centro Educativo se llama Isauro Arancibia?
Isauro fue un maestro, en realidad, un maestro
de vida. Nació en un pueblito llamado Monteros
en el noroeste de la provincia más chiquita, pero por eso no menos importante ,
llamada Tucumán.
Isauro creció junto a su numerosa familia,
compuesta por la madre, el padre y diez hermanos, que por si fuera poco, terminaron siendo casi todos maestros.
Allí en Monteros empezó Isauro a dar sus
primeros pasos como maestro; él conoció bien de adentro las necesidades de su
gente, de sus niños, de sus compañeros. Por eso no se callaba ante las
injusticias impuestas, conocía además el trabajo duro de los ingenios
azucareros. Luchó siempre por los valores y derechos que una persona se merece,
el trabajo, el sacrificio fue una constante en su vida, conoció la cárcel pero no se rindió.
Siguió adelante junto a sus compañeros de
trabajo quienes años más tarde lo eligieron como el primer secretario de un gremio docente que recién nacía. ¡Quién
mejor que él para asumir semejante compromiso!
Quizás Isauro, inspirado en Juan Bautista
Alberdi que también era tucumano y que
escribió la Constitución
de 1853, defendió los derechos de sus chicos para que no les faltara el pan ni
la educación, y los de sus compañeros docentes que como él iban a dar clase con
sus zapatos rotos.
Pero el 24 de marzo de 1976 los militares que
asumieron el poder en forma ilegal y que llevaron a cabo la peor dictadura que
se dio en la Argentina,
quisieron que la voz del maestro callara para siempre. Isauro junto a su
hermano Arturo fue asesinado sin ofrecer resistencia, en su casa que no era
otra que el gremio de los docentes Tucumanos.
Si tomamos el ejemplo de Isauro estaríamos
prolongando su vida a través de una de las acciones más nobles de la condición
humana: el compromiso solidario con los
que más sufren.
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¡ESTE CENTRO EDUCATIVO LLEVA
ORGULLOSO SU NOMBRE!
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